¡Primera receta del 2018! Espero que hayáis empezado el año con muchas ganas. Como no podía ser de otra forma yo tenia que empezarlo con un pan dulce relleno de mi adición por excelencia, que como ya sabéis es la crema de avellanas y chocolate, de cualquier marca posible, por eso de no perder la costumbre.
¿Quién dijo que después de navidades se terminaron los dulces?.
Con el frío que esta haciendo estas semanas da gusto encender el horno, la verdad que siempre que lo enciendo, y tengo tiempo, aprovecho y no solo horneo una cosa. Esta vez aproveche para hacer unas magdalenas para desayunar al día siguiente, porque estaba claro que el Danubio no iba a llegar, ¡casi no llega ni a enfriarse!, en mi defensa tengo que decir que lo hice pequeño y no lo comí yo sola!, por eso de que estamos en recuperación de las Navidades y hay que controlarse.
¿Quién dijo que después de navidades se terminaron los dulces?.
Con el frío que esta haciendo estas semanas da gusto encender el horno, la verdad que siempre que lo enciendo, y tengo tiempo, aprovecho y no solo horneo una cosa. Esta vez aproveche para hacer unas magdalenas para desayunar al día siguiente, porque estaba claro que el Danubio no iba a llegar, ¡casi no llega ni a enfriarse!, en mi defensa tengo que decir que lo hice pequeño y no lo comí yo sola!, por eso de que estamos en recuperación de las Navidades y hay que controlarse.
INGREDIENTES:
(Molde redondo 15cm)
♥ 200gr. harina de fuerza
♥ 50gr. harina normal
♥ 6 gr. levadura fresca
♥ 50gr. de azúcar
♥ 115gr. de leche entera
♥ Piel de naranja y de limón
♥ 1 huevo mediano
♥ 1 huevo mediano
♥ 1/4 cucharadita de sal
♥ 40gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
Relleno:
♥ Crema de avellanas y chocolate
Pintar:
♥ 1 huevo
♥ 2 cucharaditas de leche
PREPARACIÓN:
Empezamos infusionando la leche. Para eso, en un cazo vertemos la leche junto con un poco de la piel de la naranja y de limón, es importante que no lleve parte blanca, por esa suele amargar. Lo ponemos a fuego medio hasta que rompa a hervir, en ese momento, retiramos del fuego, tapamos y dejamos reposar hasta que esté tibia.
Retiramos la piel de la naranja y del limón.
En un pequeño bol, vertemos 50 gr. de leche, de la que habíamos infusionado, en ella deshacemos la levadura y vamos removiendo hasta que se deshaga por completo. Añadimos 40gr. de harina de fuerza y seguimos removiendo hasta conseguir una masa homogénea.
Tapamos con papel film y dejamos reposar 1 hora.
Cuando tengamos la masa anterior lista. En el bol de la batidora ponemos el resto de la harina de fuerza junto con el azúcar y la sal, mezclamos ligeramente.
Luego añadimos el resto de la leche infusionada junto con el huevo y la primera masa que habíamos preparado, con el gancho empezamos a amasar a velocidad baja hasta que todos los ingredientes se integren, en ese momento, añadimos la harina normal y seguimos amasando durante unos 10 minutos a velocidad media-baja.
Por último, añadimos la mantequilla cortada en dados y volvemos a amasar hasta conseguir una masa lisa y brillante.
Formamos una bola con la masa, la ponemos en un bol ligeramente engrasado, tapamos y dejamos reposar en un lugar cálido hasta que duplique si volumen. El tiempo depende de la temperatura que tengáis en casa, a mi me tardó 2 horas.
Pasamos la masa a la encimera y amasamos ligeramente. La pesamos y dividimos en 7 partes igueles, con cada una de las partes formamos una bolita.
Para rellenarla, cogemos una de las bolitas, la aplastamos y en el centro ponemos una cucharada de crema de avellanas y chocolate. Cerramos bien todos los extremos dándole de nuevo forma de bolita. Así haremos con cada parte de la masa.
Engrasamos el molde que vayamos a utilizar y en el fondo le ponemos papel vegetal, para que nos sea todavía más sencillo desmoldarlos después.
Vamos poniendo todas las bolitas rellanas.
Las pintamos con huevo batido con el par de cucharadas de leche. Lo que sobre lo guardamos.
Lo metemos en el horno apagado y dejamos reposar hasta que duplique de volumen. Unas 2 o 3 horas.
Con los bolitos bien grandes, los sacamos del horno y este lo precalentamos a 180ºC. Mientras se calienta, volvemos a pintarlos con la mezcla del huevo y la leche que nos sobró.
Con el bien caliente, lo horneamos a durante 20 minutos, pasado ese tiempo ya estarán listos y bien doraditos !!
Sacamos del horno y lo ideal es esperar a que se enfríen por completo, pero ya sabéis, misión imposible!
Lo confieso, tibio está buenísimo ♥♥
Eso sí, tener cuidado con el relleno que si no tenéis paciencia como yo, quema y mucho!!
Con esta pintaza ¿quién se resiste?.
Espero que os animéis a probarla, son muchos pasos pero súper sencillos, no hay excusa que valga ♥♥ !.
¡¡Mil besos!!
Verónica ♥
Se ve genialy deliciosa. gracias por darnos a conocer esta receta.
ResponderEliminarMadre mía que cosa más rica!!!! A ver si me animo y lo hago pero es que....luego me lo como!!!! Besitos.
ResponderEliminarAy madre mía que hambre me ha entrado! Tiene una pinta buenísima. Un beso!
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